Manolo Chinato

Ya va siendo hora de hablar de algo de mi tierra, y puesto que toca literatura os hablaré de Manolo Chinato.

Nació en Salamanca en 1952 pero este poeta tiene el corazón partido entre las tierras salmantinas y extremeñas. Así lo refleja en su poesía, la cual, lleva escribiendo desde los 17 años. Este hombre residente en Puerto de Béjar compagina su labor de escritor con sus quehaceres de ganadero, ya que Chinato, es sobre todo un hombre del campo, del monte y de su bar XD.

Su poesía refleja su “rebeldía” y sus letras son conocidas sobre todo por sus composiciones para “Extremoduro” (los cuales volverán en 2008 y a los que Chinato ve muy ilusionados) y por su disco “Extrechinato y tu: Poesía básica” en el cual los extremo y “Platero y tú” le rinden un tributo. Su voz profunda y risueña en ocasiones es complemento ideal para recitar su poesía y para acompañar algunas canciones. Ha aparecido en varias portadas, una de ellas la de su disco ya citado, en la cual monta desnudo un caballo (si algo loco si esta). La otra portada en la que aparece es la del “Tributo a barricada” en la cual refleja su lado rabioso.

Actualmente se encuentra de aquí para allá, acompañando a los “Inconscientes” (antiguos Extemoduro) en su gira, y les va bastante bien. Tuve el placer de verlos en el Extremúsica 2007 y en Puerto de Béjar y fueron unos conciertos inolvidables. Con razón los han nombrado mejor grupo del Extremúsica y del Viña Rock de este año.

Es igual que la poesía no os guste, a mi no me va mucho la verdad, pero las letras de Chinato llegan a la gente joven, que disfruta de la vida, del campo, del amor y la música. Os dejo un poema que aparece en la versión de la canción de “Platero y tú” que se llama “Rojitas” y que se incluyo en el disco “Poesía básica”.

Tengo ronca el alma de quererte
en esta soledad llena que me ahoga;
tengo los ojos llenos de luz de imaginarte
y tengo los ojos ciegos de no verte;
tengo mi cuerpo abandonado al abandono
y tengo mi cuerpo tiritando de no poder tocarte;
tengo la voz tosca de hablar con tanta gente
y tengo la voz preciosa de cantarte;
tengo las manos agrietadas de la escarcha
y tengo las manos suaves de en el cielo acariciarte;
tengo soledad, luz, alegría, tristeza,
rebeldías, amor, sonrisas y lágrimas...

Y también te tengo a ti, preciosa,
caminando por las venas con mi sangre.