martes, 18 de noviembre de 2008

La historia interminable

Ya habíamos mencionado este libro cuando os hablamos de las novelas de fantasía llevadas al cine, ahora entraremos en más detalles sobre la obra escrita.

Publicada por Michael Ende (Ende significa fin en alemán curiosamente) en 1979, esta, relativamente joven novela, fue un best seller gracias a su originalidad. El libro posee mucha simbología, la cual permite que el libro sea leído como novela de fantasía para gente joven o como cuento infantil. La evolución de Bastian (el protagonista) supone una inmersión en un mundo fantástico pero también un viaje de evolución personal hacia una madurez temprana.

La historia narra la aventura de un niño muy tímido y regordete, aquel al que los niños siempre tratan mal. Un día roba un extraño libro de la libreria del serñor Koreander y se encierra en el desván de su colegío. Allí empieza devorar páginas y páginas del libro que lleva el nombre de "La historia interminable". En ese libro el mundo de fatasía corre peligro de desaparecer, para ello se llama a otro niño, Atreyu, un cazador indio que deberá salvar su mundo.

A partir de ahí Bastian siente que quiere ser como Atreyu, conocer al dragón de la suerte Fuyur y galopar por fantasía. Pero al poco tiempo de leer cosas raras pasan, parece que los personjes del libro, en ciertas ocasiones, notan la presencia de Bastian...

Para diferenciar las partes en las cuales se nos cuenta las aventuras de Bastian o de Atreyu, el libro viene escrito en dos colores, verde y rojo. Precisamente esos dos colores son los evitados siempre para lecturas, hacen daño y cansan más la vista.

Si al tema del color de las letras le sumamos el hecho de que está escrito de una forma un tanto pesada y que el aspecto de los personajes resulta la mayoría de las veces cutre, hortera y hasta bizarro, se podría decir que es recomendable.

Pero por una vez, y que no sirva de precedente, podemos decir que las películas que se hicieron (al menos las dos primeras) son mejores que el libro. Al menos los largometrajes nos dejaron su tema principal que marcó un hito en los ochenta.


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